Tradicionalmente, el control de patógenos se ha desarrollado mediante el empleo de fungicidas o pesticidas. Los consumidores y las nuevas normativas están tomando conciencia de la permanencia de residuos químicos en las plantas y sus efectos en la salud y el medio ambiente. Además, a esto hay que añadir la capacidad de resistencia de los patógenos a estos productos fitosanitarios. Trichoderma saturnisporum tiene la capacidad promover el desarrollo de las plantas, actuar como agente de control biológico, la cual puede ser usada en los sistemas de producción de cultivos.