Indresmat es una startup química enfocada en desarrollar alternativas sostenibles para la industria de la construcción. Con sedes en Barcelona y en Geleen, en Holanda, la empresa nació en 2017 de la mano del experto en química orgánica y entusiasta de la sostenibilidad y la innovación Pablo Outón.
Tras tan solo cinco años de funcionamiento, Indresmat ha logrado desarrollar una innovadora tecnología que puede transformar el mercado de construcción del futuro. La novedad está en permitir emplear el poliuretano en lugar del PVC para la fabricación de productos como perfiles y tuberías, haciéndolos más sostenibles. Este año, juntamente con la entrega de los primeros pedidos a sus clientes, llega también el registro de sus patentes.
Indresmat eligió la firma barcelonesa de patentes y marcas Volartpons para realizar el registro de sus dos patentes, que están enfocadas en proteger las tecnologías de fabricación de materiales plásticos en base poliuretano de sección constante. Volartpons, que además de encargarse de registros nacionales e internacionales también actúa como asesoría de propiedad intelectual, fue la responsable por acompañar el proceso de patente de Indresmat de principio a fin.
Según Outón, la patente no solo está justificada, sino también es necesaria. “Utilizar el poliuretano en lugar del PVC resulta en una serie de ventajas, visto que el nuevo material proporciona una alta resistencia térmica, química y mecánica, además de un excelente aislamiento térmico y acústico”, explica.
Si hoy Indresmat vive un marco en su trayectoria, no siempre ha sido así. “Los dos primeros años fueron muy complicados. Encontrar financiación para una idea industrial era una misión imposible en 2017 en España”, recuerda Outón.
Por ello, decidió irse a participar en un programa de incubación en un campus industrial en los Países Bajos. “Gracias a este programa logramos una pequeña financiación Europea y entonces empezaron a apoyarnos en nuestro país. El tercer año sería el de poner las primeras piedras, pero llegó la pandemia y todo se retrasó. Las primeras versiones comerciales solo llegaron en el cuarto año. En 2022 recuperamos el ritmo y ya estamos entregando pedidos a nuestros primeros clientes”, celebra.
El interés por la innovación y la sostenibilidad ha sido parte fundamental en la trayectoria de Pablo Outón. Empezó en el sector farmacéutico trabajando en grandes empresas como BASF y MERCK antes de dar el salto al sector público, integrando el Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros del CSIC y la Universidad de Barcelona. Allí finalmente pudo dar riendas sueltas a la creatividad innovadora y la I+D, temáticas esenciales para el desarrollo de su expertise.
La pasión por la innovación le llevó a rechazar un buen contrato con una multinacional americana para dedicarse a una pequeña empresa en la que pudo especializarse en poliuretano y sus aplicaciones. Tras un período fructífero en aquella empresa, decidió unir sus objetivos personales con su conocimiento de la construcción por tradición familiar para construir su propio camino y fundar Indresmat.
Youtube video (en inglés)