Patentes y marcas
Hola estamos en línea. ¿Necesitas algo?
13:38
Las empresas siguen creando software para su uso interno, a pesar de que hay apps, que cubren casi todas las necesidades. Muchas no están contentas con el software que hay en el mercado, o tienen necesidades especiales o están preocupadas por problemas de seguridad o privacidad.
Las PIMES suelen crear sus programas de software, en base a un código fuente que ya existe. A veces, es un software “abierto” (“open source”). Otras veces, es un software distribuido bajo licencia, que hay que pagar.
La PIME necesita tener claro de quién será el nuevo software que crea:
• ¿El software de base le concede el derecho a ser propietario del nuevo?.
• ¿El nuevo software es realmente nuevo?
Por ejemplo, el software de base puede que le permita crear un nuevo software:
• Sólo para usarlo en su empresa;
• Pero no para “venderlo” o licenciarlo.
El programa de software creado probablemente usará otras creaciones de terceros. Por ejemplo, fotos u otras imágenes.
Puede que las fotos que vamos a usar sean de una fuente que no las cede libremente. Algunos “stocks” de fotos no permiten su uso, o cobran por licenciarlas. Otros sólo exigen que se cite al autor de la imagen.
Otras informaciones pueden estar protegidas como “secretos empresariales”. Por ejemplo, listas de precios o la forma en que se vende el producto.
Conviene comprobarlo en las “ “Condiciones de Uso” (“Terms of Use”) de la Web donde están las imágenes o información que vamos a usar.
Si la PIME “aloja” (“Hosting”) su programa en un servidor que no es suyo, conviene prevenir que el “hoster” no pueda desarrollar un servicio / programa parecido / imitador.
Las simples “ideas” no son protegibles. Necesitas tener algo elaborado “escrito”, para protegerlo. Si ya tienes “escrito” el software, conviene protegerlo antes de que empieces a usarlo o lo pongas a la venta.
Estudia tu nuevo software, con cuidado. Para ver si puedes protegerlo como Propiedad Intelectual. O incluso si puedes patentarlo; aunque es muy difícil obtener una Patente de Software.
La más “cómoda” Protección del Software es un depósito notarial. El propietario / creador del programa lo deposita ante Notario, manifestando que lo ha creado y / o es suyo.
Toma medidas de seguridad y protección.
Controla que no todo el mundo tenga acceso a la fuente. Así, el programa de software podrá ser considerado Secreto Empresarial.
Prepara Contratos de Confidencialidad. Deberían firmarlos las personas que trabajan con el programa de software o lo desarrollan: tanto si son empleados de la empresa, como externos. Se han de comprometer a no informar a nadie de los secretos que manejan; y reconocer que es de la empresa el software que desarrollen.
Santiago Nadal
snadal@snabogados.com