Patentes y marcas
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Las marcas tienden a ser internacionales. Desgraciadamente el registro de marcas, y por lo tanto su protección, es territorial. Esta discrepancia provoca falta de protección de la marca en ciertos mercado así como un coste elevado para el propietario o gestor de la marca para conseguir la protección deseada. En este artículo expondremos una estrategia de protección de la internacionalización de una marca.
Generalmente la protección de una marca se inicia con el registro de una marca en España o bien mediante el registro de una marca en la Unión Europea que son los registros que protegen los mercados naturales.
Paralelamente, las ventas del producto o servicio identificado pueden superar el territorio protegido rápidamente, por ejemplo a través de la venta online.
La legislación de marcas establece una solución para esta circunstancia; el derecho de prioridad. Mediante el ejercicio del derecho de prioridad, el titular de una marca inicialmente protegida en un país puede solicitar marcas en otros territorios manteniendo la fecha de prioridad del registro original siempre y cuando estos registros posteriores se realicen dentro del período de prioridad (6 meses a contar de la fecha de solicitud del registro original) y se reivindique la prioridad de manera expresa. Aprovechando el derecho de prioridad se puede obtener protección de una marca en un territorio desde una fecha concreta aun registrando esta hasta 6 meses más tarde. Consecuentemente si en dicho territorio un tercero ha obtenido un derecho similar dicho derecho puede verse afectado.
El registro de una marca en la unión europea ofrece una protección de la marca en todos los países de la unión europea en conjunto. Hay que remarcar que la marca de la unión europea es un registro en bloque que se concede totalmente o se deniega totalmente. En caso de denegarse la marca de la unión europea es posible solicitar la conversión de la misma en marcas nacionales pero dicho trámite ya no forma parte del proceso ante la Oficina de marcas de la unión europea.
Actualmente hay 28 países en la Unión Europea. Sin duda el registro de la marca en la unión europea es un registro muy barato para obtener protección de una marca en todos los países de la unión europea si se tiene en cuenta que la solicitud de una marca nacional en un solo país tiene un coste similar.
El registro de una marca internacional es un tipo de registro que hay que entender correctamente. No se trata de un registro en bloque que protege una misma marca en todo el mundo. Es más, el alcance territorial de una marca internacional depende de los países que escoja y pague el solicitante en el momento de la solicitud. Además no todos los países son susceptibles de ser protegidos a través de una marca internacional. Por suerte, la mayoría de los países con mayor PIB sí forman parte de este registro y cada vez son más los países que firman el tratado de la marca internacional.
El coste de una marca internacional se compone de una tasa base sólo para abrir el expediente y de una tasa por cada país donde se desea tener protección. Esta configuración de coste provoca que sea interesante proteger de manera conjunta cuantos más países mejor con el fin de diluir la tasa base.
La marca internacional tiene la peculiaridad de poder ampliarse más adelante. En otras palabras, una marca internacional inicialmente protegida en 5 países puede ampliarse a otros 4 países adicionales más adelante. Se mantiene el número de registro y la fecha de renovación por lo que sin duda ayuda a la gestión y mantenimiento de este tipo de marcas.
La marca internacional requiere de un registro anterior sobre el cual basar la marca internacional. Nosotros, como españoles, generalmente utilizamos una marca española o una marca en la unión europea para basar la marca internacional. La marca internacional depende de la supervivencia de la marca base durante los primeros 5 años por lo que si la marca base es caducada o anulada la marca internacional muere con la marca base.
Desgraciadamente hay muchos países que no forman parte de la Unión Europea y que tampoco han firmado el tratado de la marca internacional. Estos países deben ser protegidos de manera individual a través de registros nacionales.
El registro de una marca nacional generalmente sigue el siguiente procedimiento.
Tras solicitar la marca, la solicitud de marca debe superar un examen formal y seguidamente se publica en un boletín oficial para que terceras partes puedan presentar oposiciones. Si la marca supera el examen formal y no recibe oposición la marca es concedida.
Sin duda cada caso es diferente, por lo que es muy recomendable contratar los servicios de un experto en registro de marcas, como Volartpons, para establecer la estrategia de protección de la internacionalización de una marca.